miércoles, 25 de junio de 2014

PAPÁ, ¿QUIÉN PAGA ESTE AÑO MI CLAUSULA DE RESCISIÓN?

Escribo esta entrada y acaban de informar por la radio que se están abriendo las puertas del Bernabeu para el concierto de los Rolling Stones esta noche en Madrid. Los viejos rockeros nunca mueren.

Este artículo en mi blog es un juego. Un juego entre mi amigo Andreu Rodilla y yo. Esta mañana leía que Andreu publicó ayer esta entrada en facebook:
  Me apetecía escribir al respecto, pero era demasiado extenso y por eso hemos creado el juego, bastante sencillo por cierto. Yo escribo en mi blog al respecto sin saber qué opina él, y él escribe en su blog al respecto sin saber qué opino yo. Vemos en qué coincidimos y buscamos generar debate y opiniones entre quienes nos lean tanto en facebook como en nuestro blog. Por tanto, anímate a discutir. Puedes leer la entrada de Andreu en el siguiente enlace.

La obsesión por la competición y la fijación en los objetivos de resultado es tal en el baloncesto de Valencia, que nos olvidamos de formar. Hablo de FORMAR, en mayúsculas. No hablo de entrenar, que entrenar si que entrenamos... hablo de FORMAR. De formar jugadores para que formen parte de un Club, con largo recorrido en su Club, con objetivos individuales en su Club, con los que según generaciones, a veces tendremos mejores resultados, y otras veces peores, pero que son más importantes ellos que si jugamos una categoría autonómica o una categoría zonal. Y así, competir en las categorías más altas se ha convertido para determinados entrenadores, coordinadores y directores deportivos, en el principal objetivo, sin tener en cuenta la FORMACIÓN del deportista.

Por favor, entended bien como utilizo las palabras ENTRENAR y FORMAR. No os vayáis a la wikipedia o a libros de Universidad para debatir si tengo razón o no. Es una diferenciación muy personal de los conceptos para enmarcar el debate y ubicaros. "Entreno" para obtener el máximo rendimiento de mi grupo y de los jugadores en una determinada competición. "Formo" para que mi grupo y los jugadores que lo componen alcancen su máximo rendimiento en función de su nivel y respetando éste, sin obsesionarnos por ascensos, mantenimientos de categorías, o "Copas del Meao". En este contexto y aunque teórica y académicamente sea erróneo, entrenar excluye formar, pero formar no excluye entrenar; y tanto entrenar como formar incluyen tanto ganar como perder. Entendedme. Leed entre líneas e iros al fondo, no os quedéis con la forma.

Me discutiréis que no hay deporte si no hay competición: y os doy la razón; pero yo no he dicho que sea incompatible competir, entrenar y formar, sino que algunos le damos prioridad a lo primero olvidando lo segundo.

Y los meses de Junio, Julio, Agosto y Septiembre, se convierten, como bien dice Andreu en su muro de facebook, en meses de trasiego de jugadores, donde determinados cazadores de talentos hacen su agosto (nunca más apropiada la frase y el mes en cuestión) para confeccionar las mejores plantillas posibles de jugadores/as para conseguir los mejores resultados deportivos y llenar su currículum personal con éxitos deportivos discutibles. Mientras tanto, otros clubes menores sufren esta actitud viendo rotas sus plantillas, teniendo que sacar menos equipos en determinadas categorías, viendo truncada la progresión de sus chavales y resignándose a competir "a otro nivel" porque no son clubes "fuertes". Y lo peor, obrando de la misma manera y justificándose con diferentes pensamientos: "los niños es que se han vuelto locos", "es que lo hacen todos", o  "si a mi me putean... yo tengo que putear". Si uno es tontolaba, el otro tontolaba y medio. Solo me provoca tristeza.

Es un comportamiento que se aprende por imitación, y del que siempre hemos culpado, en mi opinión sin razón, al máximo referente en el baloncesto de nuestra localidad. Un equipo que históricamente ha hecho sus plantillas a base de fichajes, y que si eres el máximo exponente me parece incuestionable que así deba ser. Pero vienen las quejas: unos no pueden competir porque les quitan jugadores, otros no pueden competir porque los otros no tienen nivel suficiente para enfrentarse a ellos y los pobres resultados en los Campeonatos de España es culpa de la pobre competición local en la que participan. Siempre he dicho que este debate era intrascendete y sigo opinando lo mismo, ya que el verdadero debate es otro:  Como club menor, ¿mi objetivo es jugar la final a cuatro en una categoría o formar jugadores hasta el límite que algunos de estos tengan aspiraciones de formar parte del Club de referencia? Y como Club de referencia, ¿mi objetivo es ganar el campeonato autonómico y clasificarme para el campeonato de España, o es formar jugadores que algún día formen parte de mi plantilla ACB clasificándome en la mejor posición posible en el Campeonato de España y compitiendo contra los mejores? En esta última cuestión el tema se agrava cuando el Club en cuestión por diferentes razones, se ve obligado a completar sus equipos con  jugadores que en mi humilde opinión,  son talentos físicos y técnicos relativos, con mínimas posibilidades de ser jugadores referentes a nivel ACB en categoría senior en un futuro. Si además, te preocupas por tener el máximo número de equipos por categoría por un interés económico, ¿donde quedan los objetivos reales de unos y de otros? Pero bueno... no entraré en temas políticos, que no me llevarán más que a discutir con amigos míos que forman parte de dicho Club  y que no tienen el poder de tomar decisiones, y que defenderán lo indefendible aunque crean lo contrario. Con sentido común, cualquiera reconocería que se necesitan talentos físicos y técnicos excepcionales para poder fabricar un jugador ACB. Estos talentos no están en Valencia y suponen un esfuerzo que cuesta dinero. Se agrava el problema, manteniendo así una política que lo único que esconde son recortes presupuestarios  maquillados y serigrafiados en el pecho de las camisetas de los deportistas con hipnotizantes mensajes que invitan a la transmisión de valores en el deporte. Valores, que por cierto, no hemos dejado de transmitir nunca los que nos dedicamos al BA - LON - CES - TO. Determinados slogans no son maquinaría de última generación, ni tecnología 4.0. Han existido siempre, sobre todo entre los más humildes y con menos recursos. Como dice el camarero Moustache en la genial película de Billy Wilder "Irma la Dulce"... Pero esto... Es otra historia.

Lo que sinceramente me preocupa no es qué haga el equipo ACB, que siempre va a tener más recursos que el resto y donde tenemos que orientarnos a facilitar salidas de chicos que realmente sean talentosos, sino el círculo vicioso en el que hemos entrado el resto y donde copiamos modelos del baloncesto de competición en el baloncesto de formación. Creo que otro modelo de Baloncesto es posible en Valencia. Un modelo donde lo realmente importante sea la formación técnica, táctica, física y psicológica del deportista. Un modelo donde un Club se sienta orgulloso por conseguir objetivos deportivos con jugadores formados en la casa desde hace mucho tiempo. Un modelo donde prime el minibasket, con cientos de niños controlados en esas categorías, y donde el objetivo fundamental de los Clubes sea la cantidad de chicos/as que compitan en esas categorías entrenados de forma adecuada. Un modelo piramidal donde lo más importante sea la formación de los deportistas en entrenamientos y partidos, donde los más talentosos de un Club tengan la posibilidad de competir en su máximo nivel sin ingerencias externas cuando lleguen a determinada edad, y donde también tengan cabida los chicos con menos capacidad, compitiendo en equipos diferentes, entendiendo sus limitaciones y sus diferencias, y orgullosos todos de formar parte del Club; un modelo donde prime la formación de los técnicos, entrenadores preparados para entrenar a cualquier nivel y más preocupados de su programación y del cumplimiento de los objetivos de formación que de si su coordinador le refuerza o no el equipo con jugadores de fuera; un modelo donde los clubes se autoabastezcan sin necesidad de matar el entorno más cercano; un modelo donde los padres estén satisfechos con su Club y preocupados de qué se está aportando a su hijo, física, técnica, táctica y psicológicamente, más que de si se va a competir en una u otra categoría. Creo sinceramente que es factible un modelo donde sea compatible el hecho de que un club quiera aumentar el número de deportistas y su nivel, pero respetando los Clubes de su entorno.

Porque al final, la consecuencia de que los Clubes, entrenadores y directores deportivos, se dediquen a completar y a aumentar plantillas fichando buscando el único objetivo de la competición, es que como me decía otro buen entrenador, le hemos dado el poder a los jugadores y a los padres. Ellos deciden dónde juega su hijo al año siguiente, buscando el máximo nivel de competición pensando que esto es lo único que hace mejorar a un deportista, dándose el caso de determinados deportistas de dudoso talento que acaban su etapa desde infantil a junior habiendo jugado en 4 ó 5 clubes diferentes. Grave error. Es lo que hemos vendido, es lo que hemos sembrado... es lo que estamos recogiendo. Y por supuesto que no es discutible el derecho de un jugador a cambiar de Club si piensa que su formación se verá potenciada en un Club diferente, al igual que no es discutible el derecho que tiene un joven deportista a no ser campeón. Para mí lo discutible es el mal uso que hacemos los responsables de la participación en determinadas competiciones para mover a deportistas de un lugar a otro con el objetivo de alimentar nuestros egos, y el olvido persistentes a generar modelos de formación adecuados.

Para concluir, quiero comentar al respecto del trasiego de entrenadores que comentaba Andreu en su post, que lo veo completamente diferente. No es comparable el trasiego de entrenadores con el trasiego de jugadores. Un entrenador es un adulto, un "profesional", que no pertenece a ningún club en particular, y que se moverá en función de diferentes objetivos económicos, de resultados, o de formación, que hace que  pueda verse involucrado en diferentes proyectos que se ajustarán más en unas etapas y menos en otras. Eso de "Pepito el del Club X" no lo veo en absoluto, aunque bien es cierto que a la hora de contar con un entrenador en nuestro proyecto, debemos preguntarnos si nos puede aportar alguien que no completa ciclos en los Clubes cambiando continuamente. Si los ciclos son anuales, y los objetivos cambian tan rápido, por algo será, independientemente de que este entrenador se vaya por voluntad propia o le echen. Alguna carencia tiene dicho entrenador, evidentemente.

Ahora, llamadme "romántico" y "enamorado". Sinceramente, creo que un modelo diferente es posible. Sus Satánicas Majestades van a tocar esta noche en Madrid celebrando cincuenta años sobre los escenarios. No me compararé con los Rollíng ya que no soy ni muchos menos al baloncesto lo que ellos son a la música, pero cierto es que aunque cada verano a uno le entran nauseas, vértigos y ganas de abandonar el barco ante tanta insensatez, pienso seguir peleando contra la "normalidad establecida"  y alimentándome de ilusiones que me permitan poder celebrar algún día mis cincuenta años sobre el escenario de las canchas del baloncesto de formación pensando que un modelo innovador y de calidad es posible. Mientras tanto, como la orquesta en el Titanic, seguiremos tocando música mientras el barco se hunde, conformándonos con funcionar según un modelo establecido por unos pocos, pero contagioso y altamente perjudicial para el futuro de los Clubes.

Por favor, juguemos todos juntos y no dejéis de visitar el blog de Andreu Rodilla y dejad vuestras opiniones.

6 comentarios:

  1. Me apunto al juego propuesto por Andreu, y por lo que veo soy el primero en dar su humilde opinión.
    De la lectura de ambos blogs no me queda muy claro el posicionamiento de Andreu respecto al tema. Desglosa en bastante profundidad los elementos que componen el sistema , pero no se posiciona en una manera concreta. Sin embargo Fran si que se moja y de una manera bastante parecida a mi forma de ver el asunto.
    Sinceramente NO CREO en el MERCADEO de JUGADORES ni en categorías de FORMACIÓN ni en competiciones de nivel amateur. Creo en FORMAR jugadores y en identificarnos con ellos e intentar que ellos se identifiquen con nosotros. Creo en competir en donde seamos capaces de ir ganándonoslo con nuestro trabajo con los jugadores. Entiendo que pueda haber jugadores que por su nivel nuestro proyecto de club se le puede quedar corto y soy el primero que en estos casos aconsejaría un cambio .Pero realmente hay tan poquitos casos de estos. En eso creo y es lo que seguiré haciendo aunque el entorno en el que nos movamos camine en otra dirección. No me importa lo que hagan los demás. Si terminamos siendo la aldea de Astérix tendremos que ingeniarnoslas para inventar una poción mágica.
    Por otro lado creo que todo este mercadeo está perjudicando seriamente en la esencia del deporte y de la competición. La competición de formación se está convirtiendo en baloncesto masturbación me cojo a los doce mejores del ámbito en el que me muevo y no compito contra nadie. Juego yo solito O el otro baloncesto de pagarle la letra del coche a los cuatro "mercenarios" que hay por las ligas nacionales y autonómicas en lugar de invertirlo en la formación de nuestros jugadores. Sin entrar en las distintas formas de participación del mercadeo que abarcan desde la más estricta diplomacia al pillaje puro y duro.
    Espero haberme mojado lo suficiente y a ver si salpica y alguno más se anima.

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  2. Gracias por tu comentario Lolo. Esta tarde con más tranquilidad comento todo lo expuesto tanto en facebook como en los blogs. Un abrazo.

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  3. Hola majos. Dado que estoy en una posición en la que no

    tengo que guardar lealtad ni servidumbre alguna, ya que no

    estoy en el 'negocio', me permito ofreceros la visión de un

    simple observador y padre de jugadores.

    Por empezar discrepando con Fran, que piensa que se culpa

    sin razón al máximo referente en el baloncesto de nuestra

    localidad, empezaré con un botón para muestra: hace poco

    más de un mes y prácticamente acabada la temporada, en el

    memorial Vicente Rioja en Xirivella, el Valencia basket

    club se presentaba a jugar sus partidos con tres jugadores

    benjamines recién 'pescados' del vivero de otros clubes en

    los entrenamientos de tecnificación de la FBCV. Pues que

    quieres que te diga, Fran, si ésto se hace con niños de

    diez años... bueno, bien sabéis todos los que estáis en el

    mundillo lo que pasa con los equipos 'A' de clubes

    semejantes en infantiles, cadetes y juniors: cada

    temporada, pesca de arrastre y a arramblar con todo lo que

    se pueda. Pero bueno, oyes, luego te serigrafías lo de

    'Cultura del esfuerzo' en la camiseta y arreglao. Porque

    esfuerzo ha habido, ¿y quien negará la pericia, abnegación

    y dedicación de un pescador de 'altura'? . Resumiendo: desde mi punto de vista sí que hay razones objetivas para

    culpar (parcialmente) a los grandes clubes o clubes de referencia, otra

    cosa es que sea preferible callar y no moverse no sea que

    no salgas en la foto.

    Es más que evidente que la cosa no queda ahí: otros clubes toman cumplido ejemplo y pugnan por el 'rebuig' cada verano. Y lo que es peor, entrenadores que se pasan por el forro todo aquello que pueda suponer una traba para lograr sus propias metas, se llame la traba Pepe o Juan. Si puede traer a Bernardo, que juega que te cagas, para su equipo galáctico de la siguiente temporada sin duda lo hará. Curiosamente, éste tipo de entrenador es el que más se enfada cuando un jugador (de los que entran en 'su' proyecto, los otros le dan igual) quiere abandonar 'su' equipo para jugar en otro. Y ahí sí, Fran, te doy la razon en que os preguntéis qué aporta un entrenador así en vuestra estructura. Que os lo preguntéis y que obréis en consecuencia, evidentemente.

    Te decía otro entrenador, Fran, que habéis 'dado el poder a los jugadores y los padres'. En mi opinión, y por experiencia vital, el humano-tipo es reacio al cambio, no se plantea moverse porque sí, suele necesitar una razón. Por cada padre que decide mover a su hijo 'buscando el máximo nivel de competición' hay muchos más que no lo hacen o que lo hacen por otros motivos. Que se vaya un jugador de un equipo puede ser hasta normal, estadísticamente lógico; Ha pasado, pasa y pasará, por multitud de razones, razonables en su mayoría. Lo que debe preocupar son los movimientos migratorios cíclicos de jugadores y averiguar el porqué. Si hace cinco años tenías 200 jugadores y a día de hoy 120, háztelo mirar. Y busca la causa en tu casa antes que en la de los vecinos. Tener una visión global, observando la tendencia de varios años, puede que ayude a identificar problemas más graves que la marcha de un solo jugador.

    Sí, yo también creo que otro modelo es posible. Teorizar es facilísimo. Más dificil (aunque posible si se ponen los medios) es llevar la teoría a la práctica, en éste caso crear los mecanismos en tu club que te permitan establecer una estrategia y llevarla a cabo. Qué pretendes y cómo. Que todo entrenador, jugador y padre sepa en qué terreno se mueve. La 'filosofía' de club no debería ser un concepto etéreo del que echar mano y usar como mantra, sino que debería plasmarse blanco sobre negro. Estrategia, planificación, seguimiento, verificación de objetivos. Escrito, despacito y con buena letra.

    Es un punto de partida, pero un punto al fin y al cabo.

    Un saludo,
    Javier




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  4. Estimado Javier, en primer lugar agradecer tus aportaciones, que me parecen realmente interesantes. Creo que en el fondo a pesar de las discrepancias que expones estamos más de acuerdo de lo que aparenta.

    Por su puesto que el equipo de referencia de nuestra localidad tiene gran parte de culpa en lo que ocurre. Lo que yo quiero hacer ver, es que no debemos culpar de los males que tenemos las demás a la manera de actuar que tengan ellos, que al final, lo queramos o no queramos, siempre van a tener una mayor inyección de recursos que el resto y eso les facilita las cosas. Por su puesto que, donde mejor está un niño benjamín, es en el equipo de su pueblo o en el patio de su colegio, siempre y cuando este tenga una estructura seria de funcionamiento. Ellos son los primeros en detectar, cada vez con menos criterio deportivo y más con criterio económico y de hacer caja, y se ha notado en la calidad de sus equipos. Esto lo denuncio en mi post. No pienses que no les culpo, pero si que pienso que no tienen ellos toda la culpa. Al final, al ser el club de referencia, si un niño quiere salir hacia allí lo hará, como lo puede hacer a cualquier club, pero este es más atractivo. Por eso veo que la relación más acorde entre este club y el resto debería ser de colaboración más que de oposición, para que cualquier niño que fuese obvio que tiene un verdadero talento para ganarse las habichuelas con esto viese facilitada su incorporación desde su club de procedencia. Pero esto lamentablemente no funciona así. Su política es otra. Yo les culpo, pero no veo que el fracaso que tenemos esto sea culpa de ellos ni de su política, ni veo justificación en que porque ellos actúen de una manera el resto tengamos que mimetizarla.

    Es cierto que el ser humano es reacio al cambio, y que se produce es porque hay una razón. No quito razón en que hay clubes que deben mejorar sus proyectos, y en que cualquier jugador tiene derecho a pensar que pueda ser mejor el cambio para su evolución. Pero también es cierto que el ser humano es propenso a gustarle que le regalen los oidos y que le digan cosas que quiere escuchar. Creo que cambiar exclusivamente por jugar con una plantilla más competitiva o por jugar una categoría superior es un error. Un club, un equipo, o la evolución de un deportista es mucho más que eso y hay que analizarla desde el largo plazo. No se debe funcionar a corto. Si este pensamiento erróneo es inducido desde agentes externos con intención de potenciar sus equipos a corto plazo entonces me opongo rotundamente, y es lo que denuncio en mi post. Y por supuesto: si la tendencia en un Club es pasar de tener muchos niños a tener pocos, por algo es. Algo se estará haciendo mal y no es por culpa de lo malas personas que son los que están fuera. Siempre la responsabilidad primera es nuestra.

    Tu último párrafo es realmente interesante. Porque es verdad que muy pocos clubes, por no decir ninguno, posee un proyecto donde realmente se trabaje de forma planificada y con diferentes estrategias para ir consolidando objetivos en el futuro a corto, medio y largo plazo. Esta es realmente la clave de la cuestión. Y después los estilos pueden ser diversos, pero sin esto no hay nada. Llevas toda la razón.

    Gracias por tu aporte Javier.




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  5. Yo creo que para cualquier jugador poder estar en un equipo de gran referencia como Valencia Basket o en cualquier cantera de un club ACB es una oportunidad que siempre tiene que ser vivida si se tiene la oportunidad, por todo lo que ello supone.

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  6. Sinceramente pienso que esto se ha hecho toda la vida, todos los jugadores, entrenadores, padres, etc.. siempre que han podido se han ido al club referencia, y es normal, cualquier persona quiere verse o ver a alguien vestido de su entorno de naranja entrenando con gente de nivel y aspirando a todo, porque recuerdo que no hay realmente nada mas divertido que jugar y ganar.
    Esto, como he dicho antes, ha pasado toda la vida y nosotros, los "otros" entendíamos perfectamente que alguien se fuera ya que va a estar en un club donde se supone que trabajará más y mejor. BRAVO!
    Ahora bien, lo que realmente nos jode es cuando se empieza a poner otro club de moda, que no es el de referencia pero que esta consiguiendo un alto nivel de captación, haciendo lo que sea, sea feo, bonito o barato.

    Se pone de moda otro color, como el naranja pero un poco más clarito, (jeje CLARito) pero como acabo de decir, son modas y las modas van y vienen, que se lo digan a las zapatillas victoria, o a las slam, o a muchas cosas mas que piensas que van a estar ahí toda la vida pero no, se acaban.

    El tiempo pone a cada uno en su lugar (muchos diréis que esto es la mayor mentira), pero yo así lo creo. Como ya han comentado antes, lo que nos tiene que preocupar es por que tenemos ahora 120 niños y antes 200. Y mientras te preocupas de preocuparte, trabaja y haz que esos 120 disfruten y mejoren y se sientan lo más a gusto posible porque si consigues eso, ya puede venir cualquier moda que a nosotros nos molará más lo nuestro que ese color más clarito.

    Por otra parte, muy de acuerdo con el articulo.

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