miércoles, 8 de julio de 2009

Éxito rotundo del I Campus de Tiro

Si tuviera que definir la experiencia, no podría ser muy original. Diría, por ejemplo, que ha sido IMPRESIONANTE. O que hemos quedado todos muy satisfechos. Y es que no se me ocurre otra manera de ser, que muy directo. A uno le queda la satisfacción del trabajo bien hecho, y la inquietud sobre qué va a suceder en función de las grandes posibilidades que tiene la actividad, de cara a próximas ediciones. Lo que estoy seguro es que seguiremos adelante, por que la satisfacción por los resultados obtenidos es inmensa.
Hay que agradecer a todos los jugadores y jugadoras participantes su dedicación a lo largo de los ocho días del campus. El campus no era un ejemplo de diversión: no había piscinas, ni tirolinas, ni excursiones, ni fiestas de disfraces, ni karaokes. No me malinterpreteis: no me estoy metiendo con nadie, ni quiero decir que todo esto sea malo. Solo quiero decir que era diferente, y que nosotros eramos los primeros en dudar cómo jugadores tan jóvenes podrían digerir un trabajo tan técnico y metódico. El campus era para entrenar, para aprender, y todos los jugadores tenían en común su voluntad de mejorar: han demostrado que trabajar y aprender también puede ser interesante y muy muy divertido. Sus ganas de mejorar eran inmensas, y eso es lo que hay que agradecerle a ellos. Con esas ganas de ser mejores, el futuro del baloncesto en Valencia está garantizado.
Quiero desde estas líneas, también, agradecer la colaboración y la profesionalidad de todas las personas que han colaborado en el proyecto, cada uno en su lugar y con su función: Juan Maroto, María Pina, Roberto Tarazona, Félix Rodríguez, Víctor Monfort, Javi Cuesta, Roberto Sánchez, Manu Sánchez, Cristóbal López y Luis Felipe González. Para que una actividad funcione, la clave está en rodearse de buenos entrenadores y grandes profesionales, y vosotros habéis demostrado que lo sois. Gracias por vuestra paciencia en determinados momentos y por vuestra dedicación a lo largo de estas dos semanas. De la misma manera, agradecer el esfuerzo por visitarnos (así como su amistad) y por hacer la actividad mucho más interesante a Pere Romero, Chechu Mulero, Esteba Albert y Víctor Claver. Y a Vicent Usó por permitirme atracarle una mañana y abusar de su confianza.
Me queda destacar, como no podría ser de otra manera, el trabajo de Johnny Rogers. Lo grande es que lo tenemos en Valencia, cuando podría estar trabajando en mil sitios alrededor del mundo. Lo grande es que decide quedarse con nosotros, con nuestros jugadores, con nuestros hijos. Lo grande es que estuvo todos los días trabajando directamente con los chavales, y los chicos y chicas no son tontos, y esto lo notan.


Lo grande es que se paró a hablar y a corregir uno a uno a todos los jugadores, después de ver todos los videos de sus acciones de tiro: los 61 videos. Lo grande es que parábamos a descansar y él seguía obsesionado en corregir. Lo grande es que el último día se despidió uno a uno de todos los participantes, agradeciéndoles la asistencia. Parémonos a contar cuántos campus hay en España que llevan el nombre de una estrella del baloncesto (o de cualquier deporte), pero después observemos cuántas, cuántas estrellas, hacen visitas relámpago a las instalaciones, saludan, y tienen prisa por volver. Este no es el caso, y es el "pequeño detalle" que hace grande una actividad.

Adjunto, a modo de información, un enlace del artículo publicado en prensa sobre el final del Campus de Tiro, por si es de vuestro interés:


http://www.europapress.es/deportes/baloncesto-00163/noticia-baloncesto-campus-tiro-johnny-rogers-sesiones-tecnificacion-cierra-gran-exito-20090708115552.html