martes, 17 de febrero de 2009

Una jornada con alumnos de TAFAD

Hoy... musiquita: el Don't Get Me Wrong de The Pretenders, una de mis preferidas cuando era peque:



Dos veces he acudido a la llamada de mi amiga Concha Gimeno para colaborar en sesiones con alumnos de TAFAD en el IES 4 en Mislata, y las dos veces me lo he pasado en grande con ellos. Las dos veces he podido comprobar que son chicos y chicas con hambre de aprender deporte, y serán buenos profesionales de la práctica deportiva. Si tienen más hambre todavía y se deciden a preparar la maestría en Educación Física o la Licenciatura, será mejor para ellos, aunque poco a poco los que nos dedicamos al deporte nos damos cuenta que los alumnos que salen de TAFAD están perfectamente preparados para trabajar en la sociedad que hoy en día nos ha tocado vivir, donde la integración a través del deporte va mucho más allá de la docencia, la experimentación, la ciencia y el deporte de competición. El deporte es sociedad, y ahí es donde caben los TAFAD.


La cuestión es que Concha piensa en deporte, y cuando hablas con ella te da la sensación que vive por y para sus alumnos; es bonito sentir cómo una persona vive de esa manera su profesión. La periodista norteamericana del siglo XIX y activista de los derechos de la mujer, Margaret Fuller, nos enseña que "los hombres se olvidan de vivir, porque están preocupados en ganarse la vida". Concha se gana la vida, y no se olvida de vivir. Eso para mí es parte de la felicidad a la que todos aspiramos.


A esa felicidad aspiran también sus alumnos, incrédulos cuando se les comenta que en deporte hay que ser creativos, que se lo tienen que creer, y que tienen que innovar en sus propios proyectos, creyendo en ellos para poder venderlos en la Escuela o en el Ayuntamiento de turno. La plática mantenida con ellos titulada "Coordinación y Gestión de una Escuela Deportiva" no ha sido más que una excusa para convencerles que cuando uno quiere dedicarse a algo, ha de apostar por uno mismo y vivir al 100 % por y para lo que quieren dedicarse. Me parece muy lógico las dudas que tienen todos sobre cómo poner en práctica esos proyectos. Esta mañana me preguntaban y me acordaba de los años en que iba con mi maletín vendiendo de puerta en puerta, y de polígono industrial en polígono industrial, seguros de vida y financieros. ¡Qué duro era vender!


Allí, en aquella entidad aseguradora, aprendí lo que era la PROSPECCIÓN. Prospectar es explorar qué posibilidades futuras de negocio existen, a partir de indicios presentes que pueda tener el vendedor. Y hoy en día sigo prospectando cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo. La prospección y la gente de la que sabes rodearte creo que es la clave del éxito para cualquier negocio, proyecto o aventura que uno quiera emprender. Y es la máxima dificultad en la que se encuentran estos jóvenes. Les falta la experiencia. Esta experiencia les hará entender a lo largo de los años qué, como hemos comentado esta mañana, y cómo recomienda Talane Miedaner en su libro "Coaching para el Exito", vale la pena "invertir" tres llamadas todos los días para saludar a personas con las que habitualmente no tenemos contacto, llamadas que nos sirven para saber que ambos "seguimos respirando". A nivel humano y profesional, esas tres llamadas me parecen una gran inversión, y el de Mielaner un excelente consejo.


Cuando uno vive lo que hace al máximo, al final deben llegar las oportunidades. En el trabajo y en la vida en general, eso es lo que pasa: las oportunidades acuden a uno cuando se dedica con todo el amor del mundo a una actividad... (y también cuando menos se lo espera). Y dedicarse con amor es no escatimar en tiempo, no escatimar en recursos, no escatimar en innovar o en crear. Y cuando hablamos de dedicarse no nos referimos a ganar mucho dinero, lo cual no es imprescindible. Dedicarse es disfrutar, apasionarse con lo que uno hace. Vivir en el momento y que el tiempo pase rápido en el trabajo. El deporte de formación necesita de profesionales que lo vivan así, con muchísima pasión. El deporte de formación necesita de profesionales que trabajen mucho, y que por ello no sufran o sean desdichados. Porque cuando un profesional trabaja mucho, pero siente pasión por lo que hace, acaba agotado y sufre, pero disfruta. Similar al estado de "flow" del que nos habla Csikszentmihalyi.


No voy a abogar porque las pistas de entrenamiento se llenen de Entrenadores titulados, TAFAD, maestros o licenciados en Educación Física, lo cual me parece una utopía. Pero si hay que abogar porque las entidades y las instituciones apuesten por la formación dinero y esfuerzos. No ya solo apostar por la formación de los entrenadores y monitores, y que haya gente más preparada educando a nuestros hijos, sino apostar por la puesta en práctica de proyectos novedosos que promocionen la práctica deportiva. Si los profesionales invertimos en vivir al máximo el deporte de formación, qué menos que las Instituciones Públicas, los Centros Educativos, los Clubes, las Entidades en general, inviertan esfuerzos también en tener gente preparada al frente de sus proyectos deportivos de promoción y formación.


Este giro es necesario.