lunes, 19 de julio de 2010

REFLEXIONES SOBRE EL CAMPUS DE TIRO JOHNNY ROGERS 2010


¡¡¡¡Llegan las vacaciones!!!! Por fín acaba el curso escolar, y los chicos y chicas saltan de alegría porque hasta el próximo mes de septiembre no tendrán que volver al instituto o al colegio; esta alegría contrasta con el dolor de cabeza que sufren los padres, bien para organizar el tiempo libre de sus hijos durante este tiempo; bien porque todavía los niños son pequeños para organizarse solos y ellos ven lejano el momento en que no deban volver a la oficina o a la fábrica. Esto ha hecho proliferar en estos últimos años la oferta de escuelas de verano, campamentos y campus deportivos.

Así pues, no se puede decir que generar una actividad para ocupar el tiempo libre de los niños y niñas en verano y liberar de esta carga a los padres, madres y sufridos abuelos, sea original hoy en día. Lejos está aquella época, no muy lejana por cierto, donde eramos cuatro (no es una manera de hablar, sino que es la cifra real)los que nos embarcábamos en el "emocionante misterio" de los Campus de Verano de Baloncesto.

Si nos centramos solo en baloncesto, veremos como la oferta de Campus específicos de este deporte es mucho más de 4 en nuestra comunidad; a pocos se les escapa que organizar un Campus de Verano ha dejado de ser una buena idea, y muchos están dándose cuénta que no es fácil hacer una actividad exitosa, interesante, rentable y perdurable en el tiempo. Visitando la guía de campus de la web especializada www.solobasket.com, podemos ver la gran cantidad de oferta existente; El diario valenciano Superdeporte, publicaba un artículo en su contraportada del 29 de Abril relacionada con este hecho. "Fiebre por el baloncesto en Valencia" titulaba en el epígrafe del diario de aquel día.



Algún día tendría que ocurrir, y la fiebre por organizar no se ha visto traducida en fiebre por participar; actividades que tradicionalmente han sido éxito de participación, han visto como el interés por participar en su actividad se ha visto mermado este año, provocando vivir al borde del abismo a muchos organizadores durante estos últimos meses.


Estamos orgullosos de poder decir que en este caso, el Campus de Tiro 2010 ha sido una grata excepción en este sentido. 2010 ha sido el año de la confirmación de una actividad que nacía el año pasado con la intención de hacerse un hueco en un mercado saturado, pero que desde el punto de vista tanto de Johnny Rogers como el mío, necesitaba el aire fresco de la especificidad, de la originalidad, de la novedad. Nosotros y el baloncesto necesitábamos algo diferente, y estábamos seguros y lo seguimos estando, aunque muchos se empeñen en no ver más allá de lo que les interesa, que lo que hacemos es bueno para el baloncesto. A los chicos y chicas, así como a sus familiares, es complicado engañarles; y si en el 2010 hemos tenido casi el doble de inscripciones que en 2009 es porque lo que hacemos no puede ser malo; cuando acaba la actividad y no has recibido ni una sola critica ni queja en dos semanas, debe ser por que lo que hacemos no es tan malo; cuando después de dos semanas tras la finalización, todavía recibimos correos electrónicos felicitándonos por la actividad, será porque lo que hacemos poco tendrá de malo; como caso particular hablaré del padre de un chico que nos felicitaba por haber devuelto la ilusión por el baloncesto a su hijo... El jugador llegó quemado al campus, pensando incluso en dejar el baloncesto, y ahora está deseando que llegue una nueva temporada. Esto es buenísmo, y a uno le hace sentir bien, porque esto es parte importante de nuestro trabajo: generar confianza e ilusión.


¿Claves? Para mí tres fundamentalmente:
1 - Creer a pie juntillas en una filosofía propia y personal definida por: la especificidad, la máxima calidad, la búsqueda de la excelencia, la exclusividad, la individualidad y la búsqueda de la relación equilibrada entre la máxima calidad y el precio que se paga por ella.
2 - La capacidad y preparación del grupo humano.
3 - El uso adecuado de la evaluación y de las nuevas tecnologías como base del desarrollo técnico, de la programación del trabajo, y de la formación del jugador. (Otros han llenado páginas de periódico siguiendo este mismo camino. Es curioso que esto se quiera vender, cuando debería ser el único medio posible hacia el trabajo bien hecho. No es un invento ni nuestro, ni del baloncesto. Hace muchísimos años que la biomecánica y los medios para evaluar, están al servicio de los deportistas)

Pero por encima de cuestiones técnicas, filosóficas o económicas, las empresas las forman las personas, y sin duda el grupo de entrenadores es otra más de las claves: tengo que agradecer a todos el esfuerzo y la dedicación, así como que sientan como suya la actividad, lo cuál nos hace sentir orgullosos tanto a Johnny como a mí. Gracias mil a Juan Maroto, Quique Roig, Javi Cuesta, Alex Martínez, María Pina, Victor Monfort, Félix Rodríguez, Ferrán Pizcueta, Pablo Jiménez y Cristóbal López. Es un orgullo trabajar con tan buenos profesionales. Gracias por compartir vuestro tiempo con nosotros.

Me diréis que no he hablado de Johnny Rogers. Es una mención aparte. Después de terminar la segunda experiencia, me sigue pareciendo tan brutal como el primer día su dedicación con los jugadores, su capacidad para observarles y para entender sus necesidades, así como su preocupación por darles lo que necesitan. Me sigue asombrando su capacidad de trabajo, el hecho de que no pare de corregir ni siquiera en los descansos. Han sido habituales las imágenes de niños tirando con el bocadillo en la mano y Johnny corrigiéndoles todavía la mano de tiro. Sin él, aparte de que lleva su nombre, evidentemente, el Campus de Tiro no sería lo mismo. Desde fuera puede parecer pura fachada, pero los que estamos dentro, entrenadores y participantes, nos damos cuenta del valor que Johnny Rogers le da a la actividad. Sigo pensando que es un lujazo el que tenemos con él en Valencia.

Gracias también a las 105 famílias y a los 105 participantes que este año han confiando en nosotros. Sabemos que tenemos muchas cosas por mejorar, y que sepais que ya estamos trabajando en ello. Trabajando para el año que viene hacer un Campus de tiro 2011, innovador, diferente y que os ayude a ser mejores jugadores de baloncesto. Pero nunca os olvideis que el mejor de los Campus es vuestro esfuerzo personal por querer ser mejores cada día. Ese Campus si que es un éxito.


Por último, agradecer el esfuerzo desinteresado a 4 cracks de este deporte como Fotis Katsikaris, Chechu Mulero, Pere Romero y Víctor Claver, que han compartido sus experiencias con todos los chavales durante estos días. Desearos las mejores de las suertes de cara a vuestros proyectos venideros.

Al final de todo, cuando uno acaba satisfecho, realmente no dejaría de agradecer; y se empieza y no se termina. El motor está en marcha; la edición del próximo año ya empieza a estar escrita sobre el papel.

2 comentarios:

  1. Mi más sincera enhorabuena por ese trabajo que, conociendo al grupo humano que lo desarrolla, no me cabe la menor duda de su calidad. Yo también creo que lo que allí estáis formando es bueno para nuestro deporte y para la formación integral de los niños. Pese a quien pese, os doy ánimos para que el próximo año sea mejor y más grande. Un saludo.

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  2. Me sumo a las felicitaciones, y conociendo como conozco "lo cabezotas" que sois quienes os encargais de que las cosas se hagan bien hechas, se que el año que viene aún va a ser mejor!!

    Saludos.

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